Durante décadas, el término «disminuido» ha sido utilizado en España para referirse a las personas con discapacidad. Sin embargo, la sociedad ha ido evolucionando y ha ido poco a poco eliminando ese término para reemplazarlo por otras expresiones adaptadas a nuestros tiempos. La Constitución española se actualiza y por fin traslada al lenguaje oficial lo que ya es común en el lenguaje cotidiano de la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Mucho más que una modificación lingüística
El Congreso de los Diputados ha decidido trasladar al lenguaje oficial lo que ya era común en el lenguaje de la calle y ha aprobado la reforma del artículo 49 de la Constitución. Esta modificación lingüística no es simplemente un cambio superficial en el vocabulario oficial, sino que refleja una evolución profunda en la manera en que la sociedad y las instituciones abordan el tema de la discapacidad.
La decisión de abandonar el término «disminuido» responde a una comprensión más actualizada y respetuosa de la discapacidad. La palabra «disminuido» conlleva una carga negativa, sugiriendo una disminución o pérdida de habilidades, lo cual puede perpetuar estigmatizaciones y prejuicios hacia las personas con discapacidad. El cambio hacia «discapacitado» busca reflejar una realidad más precisa y empoderadora, reconociendo que las personas con discapacidad tienen habilidades, capacidades y contribuciones valiosas para ofrecer a la sociedad.
Este cambio lingüístico no es simplemente una evolución semántica, sino que refleja un compromiso más profundo con la inclusión y el respeto a la diversidad. La terminología que empleamos no es simplemente una cuestión de palabras; moldea la percepción que la sociedad tiene de las personas con discapacidad y, en última instancia, influye en la manera en que estas son tratadas en la vida cotidiana, en el ámbito laboral y en la esfera pública.
Una mayor visibilización de las personas con discapacidad
La elección de “persona con discapacidad» en vez de «disminuido» también destaca la importancia de usar un lenguaje que no invisibilice ni minimice a las personas con discapacidad. Al adoptar una terminología más respetuosa, el Congreso de los Diputados busca fomentar una conciencia social más positiva en torno a la discapacidad, promoviendo la inclusión y la igualdad de oportunidades.
Es deseable que este cambio no sea una medida aislada y esperamos que se enmarque en un contexto más amplio de esfuerzos para construir una sociedad más inclusiva y accesible. España, al igual que otros países, lleva muchos años desarrollando políticas que persiguen eliminar barreras y garantizar la plena participación de las personas con discapacidad en todos los aspectos de la vida.
La nueva terminología también se alinea con la evolución de la perspectiva social de la discapacidad. En lugar de centrarse únicamente en las limitaciones físicas o cognitivas de una persona, la perspectiva social destaca cómo las barreras y actitudes sociales pueden contribuir a la discapacidad. Al utilizar el término «discapacitado«, se reconoce que la discapacidad no es simplemente una condición intrínseca de una persona, sino que está relacionada con el entorno y las actitudes que pueden crear obstáculos.
Un mensaje dirigido a toda la sociedad
Esta decisión de las autoridades legislativas españolas también envía un mensaje claro al conjunto de la sociedad, instándola a ser más consciente de la manera en que hablamos sobre la discapacidad. Al cambiar el lenguaje oficial, se espera que este ejemplo se filtre a nivel individual y colectivo, generando un cambio cultural hacia una mayor sensibilidad y respeto.
No obstante, es importante reconocer que el cambio de una palabra no resolverá por sí solo los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad. Se necesitan acciones concretas, como la implementación efectiva de políticas inclusivas, la eliminación de barreras arquitectónicas y la promoción de oportunidades igualitarias en la educación y el empleo. El cambio lingüístico es un paso en la dirección correcta, pero debe ir acompañado de un compromiso continuo con políticas y prácticas que fomenten la inclusión y la igualdad para todas las personas, independientemente de sus habilidades o discapacidades.
En Vivva Centro Especial de Empleo creemos que es fundamental la manera en la que nos dirigimos a los demás, porque eso influye decisivamente en nuestra autoestima. El lenguaje es un componente esencial en nuestras relaciones y por eso es necesaria la utilización de expresiones basadas en el respeto y que fomenten la integración.
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