La Economía Circular Inclusiva es una apuesta decidida para garantizar un futuro sostenible y adaptado a todas las personas. Se trata de una mirada a largo plazo destinada a aprovechar los recursos al máximo y que pretende construir una sociedad inclusiva y justa. El objetivo último es garantizar el bienestar de todos los seres humanos. Pero para alcanzarlo hay que ponerse ya manos a la obra.
La economía circular inclusiva tiene como fin crear un nuevo modelo productivo. Se busca promover la reutilización y el reciclaje de los recursos. Garantizando la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Además de proteger el medio ambiente reduciendo los residuos y mejorando el aprovechamiento de los recursos naturales, es esencial garantizar la inclusión de todas las personas en el ámbito empresarial. Se trata sin duda de un cambio de paradigma muy ambicioso, que traerá grandes beneficios para todos.
La Economía Circular Inclusiva es un paso más dentro del movimiento mundial de la Economía Circular, que proclama un cambio de modelo económico que asegure un futuro sostenible para todas las personas que habitamos este planeta. Estos son los 7 principios de la Economía Circular Inclusiva.
1. Preservar el capital natural
El manejo eficiente de los recursos es uno de los principios más importantes de la Economía Circular Inclusiva. Se busca priorizar, en el caso de utilizar recursos naturales, aquellos que sean renovables. De esta forma, el impacto en el medio ambiente siempre es menor. Además, su uso se limitará a la cantidad suficiente para garantizar la producción de bienes a largo plazo.
2. Participación inclusiva
La economía circular genera todo tipo de oportunidades para integrar a las personas con discapacidad en el ámbito laboral. Estas personas pueden ofrecer puntos de vista nuevos y formas de trabajo diferentes y que contribuyan al bien común. Sus capacidades están ampliamente contrastadas y según su discapacidad son plenamente capaces de acometer las tareas más cualificadas.
3. Optimizar el uso de los recursos
Los recursos a los que tiene acceso el ser humano son limitados. Esto implica que se acabarán en algún momento, por lo que es necesario optimizar su uso. De esta forma, se deben aprovechar al máximo hasta que puedan ser sustituidos por otros que ofrezcan mayor eficiencia. Las empresas deben establecer políticas específicas que garanticen la triple “R”: Reducir, Reciclar y Reutilizar.
4. Priorizar la accesibilidad
En muchos casos, la economía tradicional o lineal cuenta con diferentes barreras de entrada al mundo laboral. Algunas, como los prejuicios o la falta de accesibilidad, frenan la incorporación de las personas con discapacidad. En cambio, la Economía Circular Inclusiva apuesta por aprovechar el talento sin prejuicios ni limitaciones. Las personas con discapacidad son un colectivo que constituye el 15% de la población mundial. Dar la espalda a un grupo tan numeroso es cerrar los ojos a una realidad incontestable. La accesibilidad garantiza que las personas con problemas de movilidad o percepción sensorial pueden integrarse en el espacio laboral e interactuar con total seguridad.
5. Apuesta por la alargaescencia
La vida útil de los productos debe ser alargada. Frente a la obsolescencia programada, que impulsa a renovar los equipos con frecuencia, la alargaescencia promueve que los productos sigan cumpliendo su cometido con eficiencia y buenos resultados durante un tiempo prolongado. Así se reducirá notablemente la generación de residuos.
Además, a la hora de crear productos y servicios, se optará por el ecodiseño en las estrategias empresariales. Este tipo de diseño se basa en prácticas que van desde el uso de materiales biodegradables a permitir que las piezas defectuosas puedan sustituirse o repararse para prolongar la vida útil del producto.
6. Disminución del impacto medioambiental
La reducción de la generación de residuos es clave para cuidar el medio ambiente. Esta puede combinarse con una gestión efectiva de los mismos. Se debe disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, que aumentan la polución en las ciudades y dañan la capa de ozono. Gracias a la reutilización de los productos y una vida útil alargada, cumplir este principio es más sencillo.
7. Reparación de productos
Es inevitable que los productos, en especial los mecánicos, terminen por estropearse con el tiempo. Por regla general, buena parte de la población se deshace de ellos cuando dejan de cumplir con su labor. No obstante, muchos podrían seguir funcionando si se reparan. Un simple arreglo o un cambio de pieza pueden mantenerlos en funcionamiento durante más tiempo.
Este principio contribuye a mantener la circularidad de toda la economía. Evita que un producto que aún puede funcionar termine en la basura de forma prematura. Piensa en la cantidad de deshechos que se generan y que podrían ahorrarse. Así, es importante generalizar las reparaciones de los productos, siempre que estas sean posibles, y asegurar que no sean más caras que comprar un producto nuevo. En estas labores es posible generar miles de empleos inclusivos sólo en España.
En definitiva, estos son los 7 principios de la Economía Circular Inclusiva. Como has visto, se centran en dos pilares. Por una parte, optimizar al máximo el uso de los recursos y reducir el impacto de la economía en el medio ambiente. Y por otra, consolidar una sociedad más justa e inclusiva. En Vivva apostamos por la Economía Circular Inclusiva y creemos que es el modelo que garantizará un futuro sostenible para todos. ¡Contáctanos!
Juan Lozano
Convencido de que el único modelo posible de colaboración en nuestra sociedad es aquel que busca un equilibrio para que todas las personas cubran sus propias necesidades, en contra del modelo de la competencia y la obsesión por ganar dinero sin importar cómo se gana. En el año 2007 fundó junto con otros amigos y empresarios el Centro Especial de Empleo Vivva.
