La diversidad, una fuente de talento para la sociedad
Es una tarea ineludible de toda sociedad sana y madura organizar e implementar los mecanismos necesarios para asegurar la defensa de los derechos de todos sus integrantes. En caso contrario, caminaríamos irremediablemente hacia un abismo de discriminación social, y lo que es más grave, de vacío moral. Una sociedad inclusiva debe adaptarse a las distintas personas y ha de enfocarse en ofrecerles a todas sin distinción oportunidades de desarrollo y de bienestar. Sin preguntar por su nacionalidad, religión u orientación sexual.
En una sociedad inclusiva la diversidad debe ser percibida como una oportunidad y nunca como una amenaza. La igualdad debe prevalecer sobre las diferencias y las personas más vulnerables deben recibir protección y amparo.
En el caso concreto de las personas con discapacidad, su integración en la vida tanto social como laboral debe ser un objetivo prioritario. La defensa de los derechos y libertades de las personas con discapacidad es por extensión el mejor garante de los derechos y libertades de toda la sociedad. La incorporación al mercado de trabajo de las personas con discapacidad les garantiza unas condiciones de vida plenas y dignas. Pero su integración laboral no sólo ofrece ventajas a las personas con discapacidad y sus familias, también garantiza unos importantes beneficios al conjunto de la sociedad.
Una fuerza laboral integrada por personas con discapacidad asegura a las empresas una fuente extra de talento. Además numerosos estudios demuestran que la presencia de trabajadores con discapacidad genera un impacto muy positivo dentro de las empresas, fomenta el trabajo en equipo y refuerza el compromiso de los empleados con los valores corporativos.
Características de una sociedad inclusiva
Una sociedad inclusiva se caracteriza por ser un sistema abierto que garantiza los derechos y libertades de todas las personas en condiciones de igualdad. En una sociedad inclusiva las personas que pertenecen a las minorías divergentes (inmigrantes, refugiados, personas con discapacidad, etc) participan con absoluta libertad en todos los asuntos relevantes que competen a la sociedad.
En definitiva, una sociedad inclusiva se basa en la defensa de la protección social y promueve políticas de inclusión, sobre todo para las personas más vulnerables.
En una coyuntura de crisis económica como la actual, corremos el riesgo de asistir a un crecimiento de la pobreza, y por tanto de las desigualdades. Para este caso resulta aún más importante impulsar medidas que garanticen el bienestar social de toda la ciudadanía. Las sociedades avanzadas deben asegurar ahora más que nunca el bienestar social de todas las personas, y muy especialmente de las personas en riesgo de exclusión social.
Los Centros Especiales de Empleo, un pilar básico de la sociedades inclusivas
Vivva puede asesorarte en todas las fases del proceso de selección y contratación de trabajadores con discapacidad. Y ofrecerte una amplia gama de servicios para que tu empresa pueda cumplir la Ley General de Discapacidad. Somos un Centro Especial de Empleo fundado hace más de 10 años que unimos a empresas con profesionales con discapacidad. Desde Vivva perseguimos dos objetivos: por un lado, orientar, formar y ayudar a buscar empleo a profesionales con discapacidad, y por otro, asesorar a las empresas para que cumplan la Ley General de Discapacidad.
Juan Lozano
Convencido de que el único modelo posible de colaboración en nuestra sociedad es aquel que busca un equilibrio para que todas las personas cubran sus propias necesidades, en contra del modelo de la competencia y la obsesión por ganar dinero sin importar cómo se gana. En el año 2007 fundó junto con otros amigos y empresarios el Centro Especial de Empleo Vivva.